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La semana pasada os presenté mi primera obra pictórica, y esto no ha hecho más que empezar. Esto de pintar muebles es un vicio ya que de una manera muy rápida ves cómo mejoran y los haces más actuales o a tu gusto. Esta semana he transformado mi silla de despacho. Es una silla de Ikea de un color gris bastante feo, pero muy cómoda. Para su transformación volví a elegir pintura de Laura Ashley, esta vez el color summer pudding. Aquí podéis ver lo mona que me ha quedado… Lo sé, el cojín del asiento es muy feo y ya tengo en mente hacerle una funda, el único problema es que no sé coser… Ese será mi nuevo reto. Además me sobró un poco de pintura, la semana que viene os enseñaré cómo la utilicé. Buen fin de semana!

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